No basta examinar; hay que contemplar: impregnemos de emoción y simpatía las cosas observadas; hagámoslas nuestras, tanto por el corazón como por la inteligencia.
Santiago Ramón y Cajal (Nobel de Medicina en 1906, 1852 – 1934)
No basta examinar; hay que contemplar: impregnemos de emoción y simpatía las cosas observadas; hagámoslas nuestras, tanto por el corazón como por la inteligencia.
Santiago Ramón y Cajal (Nobel de Medicina en 1906, 1852 – 1934)