Si alguien está tan cansado que no pueda darte una sonrisa, dale la tuya.
Categoría: Proverbios y refranes (78)
Un hombre feliz es como un barco que navega con viento favorable.
Los guías espirituales te abren la puerta, pero sólo tú puedes atravesarla.
Dale un pez a un hombre, y comerá hoy. Dale una caña y enséñale a pescar y comerá el resto de su vida.
Del escuchar procede la sabiduría, y del hablar el arrepentimiento.
Tú eres lo que has sido, tú serás lo que haces hoy.
Vive creativamente para los demás dejando flores, dejando cantos venciendo así tu fugacidad en la tierra.
Gobierna tu casa y sabrás cuánto cuesta la leña y el arroz; cría a tus hijos, y sabrás cuánto debes a tus padres.
Todos estamos de visita en este momento y lugar. Solo estamos de paso. Hemos venido a observar, aprender, crecer, amar y volver a casa.
Al principio son pequeños, pero en su discurrir se hacen más fuertes y profundos, y una vez han empezado ya no tienen vuelta atrás. Así sucede con los ríos, los años y las amistades.
El que da, no debe volver a acordarse; pero el que recibe nunca debe olvidar.
El momento elegido por el azar vale siempre más que el momento elegido por nosotros mismos.
Si quieres ir rápido avanza solo; si quieres ir lejos, ve con otros.
No digas todo lo que sabes, no hagas todo lo puedes, no creas todo lo oyes, no gastes todo lo que tienes; Porque: el que dice todo lo que sabe, el que hace todo lo que puede, el que cree todo lo que oye, el gasta todo lo que tiene; Muchas veces: dice lo que no conviene, hace lo que no debe, juzga lo que no ve, gasta lo que no puede.
Si piensas que eres muy pequeño para cambiar nada, intenta dormir en una habitación con un mosquito.
Cuando empieza a soplar el viento, algunos corren a esconderse mientras otros construyen molinos.
No digas: es imposible.
Di: no lo he hecho todavía
Llegarás a tu destino aunque viajes muy despacio.
Donde hay un sueño, hay un camino.
El tiempo que pasa uno riendo es tiempo que pasa con los dioses.
Dios le da una lombriz a cada pájaro, pero no se la lleva hasta el nido.
Si del cielo cae una fruta, tienes que abrir la boca.
El sabio puede sentarse en un hormiguero, pero sólo el necio se queda sentado en él.
El fracaso comienza cuando cesa el esfuerzo.
Las buenas fuentes se conocen en las grandes sequías; los buenos amigos, en las épocas desgraciadas.