La esperanza tiene dos preciosos hijos: sus nombres son enfado y valor; enfado al ver como son las cosas y valor para no permitir que continúen así
San Agustín (Padre y Doctor de la Iglesia, 354-430)
La esperanza tiene dos preciosos hijos: sus nombres son enfado y valor; enfado al ver como son las cosas y valor para no permitir que continúen así
San Agustín (Padre y Doctor de la Iglesia, 354-430)