Cervantes en su vivir

 

   La fecha exacta de su nacimiento no se ha podido certificar, pero parece que podría haber sido el 29 de septiembre de 1547, día de San Miguel, en Alcalá de Henares.

      En 1551, su padre, Rodrigo de Cervantes, cirujano, decide trasladar a la familia a Valladolid en busca de mejores condiciones de vida. Después del año, y debido al gran endeudamiento que sufrieron, Rodrigo acabó en la cárcel.

 
Principal
Arriba
Prólogo
Tiempos del Quijote
Cervantes y su vivir
Don Quijote Avellaneda
El refranero en Don Quijote
Bibliografia

 

 

 

 

 

 

 

La Galatea, facsimil.

 

 

 

 

 

Casa de Cervantes (Esquivias)

 

 

 

 

Lope de Vega

 

 

      A partir de aquí comienza una etapa en la que es liberado en tres ocasiones bajo fianza, ingresando de nuevo a continuación en prisión por su continua condición de insolvente. En 1553 y tras un periodo de libertad  decide abandonar la ciudad rumbo hacia Alcalá de Henares, donde pasan el tiempo suficiente de reestablecer su situación económica para posteriormente trasladarse a Córdoba. Es en esta ciudad donde Miguel comenzará sus primeros estudios, aprendiendo a leer y a escribir, y demostrando un gran interés por la lectura .

      En 1556, tras la muerte de sus abuelos paternos, la familia decide trasladarse a Servilla, donde su padre trabajó de cirujano. Durante esta época Miguel  consolida su afición por el género teatral, llegando incluso a escribir piezas dramáticas de carácter realista que se hicieron muy populares en las calles sevillanas.

       Tras la muerte de su abuela materna, que había dejado una hacienda nada desdeñable la familia se traslada de nuevo a Alcalá de Henares en 1565, para un año después acabar en Madrid.

        Cuatro años más tarde, Miguel de Cervantes tiene que huir a Sevilla y posteriormente a Italia, por que fue condenado al destierro por 10 años y a la amputación de la mano derecha por haber herido durante un duelo a un tal Antonio de Sigura.

A finales de 1569 llega a Roma, donde se pone a trabajar de ayuda de cámara de un joven patricia que al año siguiente sería nombrado cardenal.

        En 1971 decide incorporarse a la carrera militar y parte hacia las Indias con la compañía Diego de Urbina, en la cual militaba su hermano Rodrigo.

        La batalla de Lepanto, ocurrida en el mar Mediterráneo el domingo 7 de octubre de 1571, forma parte importante en la vida de Miguel de Cervantes. Siempre se mostrará orgulloso de haber participado en esta campaña. En un lance de la lucha contra los turcos, recibe dos impactos de arcabuz en el pecho y uno en la mano izquierda, que se le quedará inútil.

        En el invierno de 1574, Miguel va desde Palermo a Nápoles. Se volverá a reunir con su hermano Rodrigo. En este mismo año abandonará la carrera militar.

         Este abandono viene motivado tanto por la ausencia de nuevas campañas como por la preocupante situación económica. Influirá también en esta decisión su familia, pues llega a su conocimiento la escasez en la que se encontraban.

          Bien entrado el año 1575, Miguel embarca en Nápoles con dirección a Barcelona, siendo atacado el navío en el que viajaba por piratas berberiscos, y es tomado prisionero y llevado a Argel. No es hasta 1580 cuando finalmente fue liberado, aunque durante estos años llevó a cabo varios intentos de fuga.

Tras ser liberado, y ver que su familia seguía en condiciones económicas precarias, intenta seguir con su carrera militar, consiguiendo solo una misión en Orán durante junio de 1581 que le reportará pocos beneficios y muchos recuerdos. Posteriormente intentó que le enviasen a las Indias sin conseguirlo, por lo que decidió abandonar su carrera militar, aprovechando estos tiempos de zozobra para escribir “la Galatea”.

Terminado 1581 se establece en Madrid, donde sus padres siguen en situación económica adversa. Aprovechará esta época para mantener buen trato con poetas líricos contemporáneos como Pedro de Padilla, Juan Rufo, su viejo amigo Gálvez de Montalvo, su compañero en Italia Maldonado, y otros. La poesía está en una situación muy adversa por aquel entonces, pero esto no impide que los libros que publican las amistades de Miguel a partir de 1583 vayan precedidos de un soneto de nuestro autor.

La hospitalidad recibida en los medios literarios servirá de impulso para la conclusión de La Galatea. Miguel, con la influencia de Montalvo, utilizará seudónimos, jugando con la identidad real de personajes imaginarios, y tomará como referencia en más de un caso La Diana de Montemayor, obra de éxito de la época.

Ante la imposibilidad de conseguir un empleo y dada la necesidad de obtener unos ingresos de los que vivir, Miguel aprovecha la ocasión para realizar sus primeras incursiones en el género teatral. De los escenarios móviles en los que pequeñas compañías representaban vivas comedias, se pasó a los escenarios fijos en los patios interiores de las casas: los corrales.

Las obras dramáticas cervantinas, a diferencia de La Galatea, eran ejercicios de habilidad en la búsqueda presurosa de la satisfacción del público; única forma de conseguir los ingresos tan necesarios.

En 1585, obtendrá cuarenta ducados por la venta de El Trato de Constantinopla y La Confusa. Fue un tiempo en que Miguel llegó a escribir más de veinte obras-comedias y tragedias- entre las que se encuentran títulos como La Numancia, La gran Turquesa, El bosque amoroso, La única, La bizarra Arsinda.

A primeros 1584, Miguel comienza sus relaciones amorosas con una mujer casada, Ana de Villafranca. Fruto de estas relaciones, nace Isabel en septiembre. Al principio, la niña llevará el apellido del marido de Ana, pero a la muerte de éste, se llamará Isabel de Saavedra. Miguel tiene ante sí una relación que no se puede formalizar y un triángulo amoroso del que no es muy partidario. Así, tras el nacimiento de la criatura, abandona Madrid y parte con destino al pueblo toledano de Esquivias.

Tras una corta relación, en diciembre de 1584 celebran su matrimonio en la iglesia de Santa María de la Asunción. A principios de 1585, Miguel se establece en el hogar de la familia de su mujer, los Salazar. El pueblo de Esquivias, con su tranquilidad y sus diferencias con el bullicio de Madrid, sumerge a Miguel en sus letras. Comienza a escribir sobre los pequeños detalles cotidianos del pueblo. Esto nos recuerda lo que más tarde serán comentarios de los días de Teresa Panza en la aldea de La Mancha en su obra maestra, El Quijote.

Miguel en 1587 decida poner fin a esta etapa. Abandonará Esquivias y a primeros de mayo ya se encuentra en la ciudad de Sevilla. Allí conseguirá un empleo de recaudador bajo las órdenes de  Diego de Valdivia; su objetivo es requisar trigo y aceite para el abastecimiento necesario en la campaña naval que se va a emprender contra Inglaterra.

              Su vida como recaudador no fue nada facil, a parte de tener que hacer muchos desplazamientos, sobretodo a Écija, encontró muchos problemas ante la requisición del trigo y el aceite, que incluso le valió un par de excomuniones por los vicarios afectados. En junio de 1594, terminará la campaña de requisas y serán aprobadas sus cuentas, por lo que se traslada a Madrid, junto a Catalina, su esposa. Durante toda esta etapa, su creación literaria se ha visto mermada por su constante actividad. En está época, nos encontramos con el romance La morada de los celos, con dos novelas ejemplares-Rinconete y Cortadillo y El celoso extremeño-y con el relato del cautivo que más tarde será incluido en el Quijote.

En agosto de 1594, tiene que hacer un viaje a Granada, ya que tiene que cobrar dos millones y medio de maravedíes de tasas atrasadas. Miguel no tendrá problemas hasta su llegada a Motril, donde los pagadores presentan recibos de los dineros entregados al Tesoro. El rey, sin embargo, dará orden de cobrar, pues parece tratarse de un ardid para evitar el pago. Finalmente nuestro protagonista acaba en la Prisión Real de Sevilla, de donde no sale hasta finales de 1597, tras aclararse todas las deudas, y el propio Felipe II decide ponerlo en libertad, decidiendo quedarse en Sevilla.

Tras diez años de vaivenes y cuando la peste negra amenaza Andalucía, durante el verano del año 1600, Cervantes partirá rumbo a Toledo.

Este mismo año, la corte de Felipe III será establecida en Valladolid. Durante bastante tiempo Miguel dedicará gran parte de su actividad a elaborar el Quijote, y estabilizará, gracias a la herencia de un cuñado, sus estancias entre Madrid, Toledo y Esquivias.

En 1604 se traslada a Valladolid debido a que, habiendo obtenido el privilegio real necesario para publicar su obra, Miguel encuentra editor en Valladolid: Francisco de Robles.

          Valladolid es indiscutiblemente la capital cultural del reino. Cobrará gran importancia la "comedia nueva", de la que Lope de Vega hace su éxito. Por decreto real, la difusión se verá favorecida gracias al beneficio mutuo de las compañías teatrales y de los municipios.

          La relación entre Lope y Cervantes empieza siendo buena, mas las veladas críticas de este último en su última obra, el Quijote, tanto al género al uso como a su autor más insigne, harán que en 1604, cuando aún no ha sido publicada la gran novela cervantina, Lope escribía una crítica descarnada y directa contra el Quijote y su autor.

      Fue a partir de la publicación del Quijote cuando realmente empieza la auténtica vida de escritor de Cervantes, apareciendo en sus últimos años de vida sus más famosas novelas: Novelas Ejemplares, Viaje del Parnaso, Ocho comedias y ocho entremeses nunca representados, el segundo tomo del Quijote, Persiles...

Ya cercana su muerte, Cervantes comenzará a alejarse del entorno de la Congregación del Santísimo Sacramento. El ambiente mundanal de ésta le hizo entregarse a la Orden Tercera de San Francisco, al igual que sus hermanas y su mujer. Los votos definitivos los pronunciará el dos de abril de 1616.
      La hidropesía y la cirrosis de hígado que padece están consumiendo su existencia. El dieciocho de abril le serán administrados los últimos sacramentos y dos días después dictará lo que sería el prólogo del Persiles.
      El veintidós de abril de 1616 Miguel de Cervantes Saavedra fallece. Su esposa será nombrada ejecutora testamentaria y se encargarán diez misas por el descanso de su alma. Será enterrado en el convento de los Trinitarios. Más adelante, morirán también su sobrina Constanza (1622), y su mujer, Catalina de Salazar (1626)


Fachada de estilo renacentista de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid)

 

 


Mezquita de Córdoba

 

 

 


Retrato del sultán turco Soliman el Magnífico
 

 

 

 

 

Corral de comedias (Antonio Hernandez)

 

 

 

 

 

Sevilla

 

 

 

 

 

Persiles

 

 

 

 

La muerte de Don Quijote

 

                                          

                                                © nulla dies sinne meditatione, 2009