A
partir de aquí comienza una etapa en la que es liberado en tres ocasiones bajo
fianza, ingresando de nuevo a continuación en prisión por su continua condición
de insolvente.
En 1553 y tras un periodo de libertad decide abandonar la ciudad rumbo
hacia Alcalá de Henares, donde pasan el tiempo suficiente de reestablecer su
situación económica para posteriormente trasladarse a Córdoba. Es en
esta ciudad donde Miguel comenzará sus primeros estudios, aprendiendo a leer y a
escribir, y demostrando un gran interés por la lectura
.
En
1556, tras la muerte de sus abuelos paternos, la familia decide
trasladarse a Servilla, donde su padre trabajó de cirujano. Durante
esta época Miguel consolida su afición por el género teatral,
llegando incluso a escribir piezas dramáticas de carácter realista que
se hicieron muy populares en las calles sevillanas.
Tras la muerte de su abuela materna, que había dejado una hacienda
nada desdeñable la familia se traslada de nuevo a Alcalá de Henares en
1565, para un año después acabar en Madrid.
Cuatro años más tarde, Miguel de Cervantes tiene que huir a Sevilla y
posteriormente a Italia, por que fue condenado al destierro por 10
años y a la amputación de la mano derecha por haber herido durante un
duelo a un tal Antonio de Sigura.
A finales de 1569 llega a Roma, donde se pone a
trabajar de ayuda de cámara de un joven patricia que al año
siguiente sería nombrado cardenal.
En 1971 decide incorporarse a la carrera militar y parte hacia las
Indias con la compañía Diego de Urbina, en la cual militaba su hermano
Rodrigo.
La batalla de Lepanto, ocurrida en el mar
Mediterráneo el domingo 7 de octubre de 1571, forma parte importante en la vida
de Miguel de Cervantes. Siempre se mostrará orgulloso de haber participado en
esta campaña. En un lance de la lucha contra los turcos, recibe dos impactos de
arcabuz en el pecho y uno en la mano izquierda, que se le quedará inútil.
En
el invierno de 1574, Miguel va desde Palermo a Nápoles. Se volverá a reunir con
su hermano Rodrigo. En este mismo año abandonará la carrera militar.
Este
abandono viene motivado tanto por la ausencia de nuevas campañas como
por la preocupante situación económica. Influirá también en esta
decisión su familia, pues llega a su conocimiento la escasez en la que
se encontraban.
Bien entrado el año 1575, Miguel embarca en Nápoles con dirección a
Barcelona, siendo atacado el navío en el que viajaba por piratas
berberiscos, y es tomado prisionero y llevado a Argel. No es hasta
1580 cuando finalmente fue liberado, aunque durante estos años llevó a
cabo varios intentos de fuga.
Tras ser liberado, y ver que su familia seguía en condiciones
económicas precarias, intenta seguir con su carrera militar,
consiguiendo solo una misión en Orán durante junio de 1581 que le
reportará pocos beneficios y muchos recuerdos. Posteriormente intentó
que le enviasen a las Indias sin conseguirlo, por lo que decidió
abandonar su carrera militar, aprovechando estos tiempos de zozobra
para escribir “la Galatea”.
Terminado 1581 se establece en Madrid, donde sus padres siguen en
situación económica adversa. Aprovechará esta época para mantener buen
trato con poetas líricos contemporáneos como Pedro de Padilla, Juan
Rufo, su viejo amigo Gálvez de Montalvo, su compañero en Italia
Maldonado, y otros. La poesía está en una situación muy adversa por
aquel entonces, pero esto no impide que los libros que publican las
amistades de Miguel a partir de 1583 vayan precedidos de un soneto de
nuestro autor.
La hospitalidad recibida en los medios literarios servirá de impulso
para la conclusión de La Galatea. Miguel,
con la influencia de Montalvo, utilizará seudónimos, jugando con la
identidad real de personajes imaginarios, y tomará como referencia en
más de un caso La Diana de Montemayor,
obra de éxito de la época.
Ante la imposibilidad de conseguir un empleo y dada la necesidad de
obtener unos ingresos de los que vivir, Miguel aprovecha la ocasión
para realizar sus primeras incursiones en el género teatral. De los
escenarios móviles en los que pequeñas compañías representaban vivas
comedias, se pasó a los escenarios fijos en los patios interiores de
las casas: los corrales.
Las obras dramáticas cervantinas, a diferencia de La Galatea, eran ejercicios de habilidad en
la búsqueda presurosa de la satisfacción del público; única forma de
conseguir los ingresos tan necesarios.
En 1585, obtendrá cuarenta ducados por la venta de El Trato de
Constantinopla y La Confusa. Fue un tiempo en que Miguel llegó a
escribir más de veinte obras-comedias y tragedias- entre las que se
encuentran títulos como La Numancia, La
gran Turquesa, El bosque amoroso, La única, La bizarra Arsinda.
A primeros 1584, Miguel comienza sus relaciones amorosas con una mujer
casada, Ana de Villafranca. Fruto de estas
relaciones, nace Isabel en septiembre. Al principio, la niña llevará
el apellido del marido de Ana, pero a la muerte de éste, se llamará
Isabel de Saavedra. Miguel tiene ante sí una relación que no se puede
formalizar y un triángulo amoroso del que no es muy partidario. Así,
tras el nacimiento de la criatura, abandona Madrid y parte con destino
al pueblo toledano de Esquivias.
Tras una corta relación, en diciembre de 1584 celebran su matrimonio
en la iglesia de Santa María de la Asunción. A principios de 1585,
Miguel se establece en el hogar de la familia de su mujer, los
Salazar. El pueblo de Esquivias, con su
tranquilidad y sus diferencias con el bullicio de Madrid, sumerge a
Miguel en sus letras. Comienza a escribir sobre los pequeños detalles
cotidianos del pueblo. Esto nos recuerda lo que más tarde serán
comentarios de los días de Teresa Panza en la aldea de La Mancha en su
obra maestra, El Quijote.
Miguel en 1587 decida poner fin a esta etapa. Abandonará Esquivias y a primeros de mayo ya se
encuentra en la ciudad de Sevilla. Allí conseguirá un empleo de
recaudador bajo las órdenes de
Diego
de Valdivia; su objetivo es requisar trigo y aceite para el abastecimiento
necesario en la campaña naval que se va a emprender contra Inglaterra.
Su vida como recaudador no fue
nada facil, a parte
de tener que hacer muchos desplazamientos, sobretodo a Écija, encontró muchos
problemas
ante la requisición del trigo y el aceite, que
incluso le valió un par de excomuniones por los vicarios afectados.
En junio de 1594, terminará la campaña de requisas y serán aprobadas
sus cuentas, por lo que se traslada a Madrid, junto a Catalina, su
esposa. Durante toda esta etapa, su creación literaria se ha visto
mermada por su constante actividad. En está época, nos encontramos con
el romance La morada de los celos, con dos novelas ejemplares-Rinconete
y Cortadillo y El celoso extremeño-y con el relato del cautivo que más
tarde será incluido en el Quijote.
En agosto de 1594, tiene que hacer un viaje a Granada, ya que tiene
que cobrar dos millones y medio de maravedíes de tasas atrasadas.
Miguel no tendrá problemas hasta su llegada a Motril, donde los
pagadores presentan recibos de los dineros entregados al Tesoro. El
rey, sin embargo, dará orden de cobrar, pues parece tratarse de un
ardid para evitar el pago. Finalmente nuestro protagonista acaba en la
Prisión Real de Sevilla, de donde no sale hasta finales de 1597, tras
aclararse todas las deudas, y el propio Felipe II decide ponerlo en
libertad, decidiendo quedarse en Sevilla.
Tras diez años de vaivenes y cuando la peste negra amenaza Andalucía,
durante el verano del año 1600, Cervantes partirá rumbo a Toledo.
Este mismo año, la corte de Felipe III será establecida en Valladolid.
Durante bastante tiempo Miguel dedicará gran parte de su actividad a
elaborar el Quijote, y estabilizará, gracias a la herencia de un
cuñado, sus estancias entre Madrid, Toledo y
Esquivias.
En 1604 se traslada a Valladolid debido a que, habiendo obtenido el
privilegio real necesario para publicar su obra, Miguel encuentra
editor en Valladolid: Francisco de Robles.
Valladolid es indiscutiblemente la capital cultural del reino. Cobrará
gran importancia la "comedia nueva", de la que Lope de Vega hace su
éxito. Por decreto real, la difusión se verá favorecida gracias al
beneficio mutuo de las compañías teatrales y de los municipios.
La relación entre Lope y Cervantes empieza siendo buena, mas las
veladas críticas de este último en su última obra, el Quijote, tanto al género
al uso como a su autor más insigne, harán que en 1604, cuando aún no ha sido
publicada la gran novela cervantina, Lope escribía una crítica descarnada y
directa contra el Quijote y su autor.
Fue a partir de la publicación del Quijote cuando realmente empieza la
auténtica vida de escritor de Cervantes, apareciendo en sus últimos
años de vida sus más famosas novelas: Novelas Ejemplares, Viaje del
Parnaso, Ocho comedias y ocho entremeses nunca representados, el
segundo tomo del Quijote, Persiles...
Ya cercana su muerte, Cervantes comenzará a alejarse del entorno de la
Congregación del Santísimo Sacramento. El ambiente mundanal de ésta le
hizo entregarse a la Orden Tercera de San Francisco, al igual que sus
hermanas y su mujer. Los votos definitivos los pronunciará el dos de
abril de 1616.
La hidropesía y la cirrosis de hígado que padece
están consumiendo su existencia. El dieciocho de abril le serán
administrados los últimos sacramentos y dos días después dictará lo
que sería el prólogo del Persiles.
El veintidós de abril de 1616 Miguel de Cervantes
Saavedra fallece. Su esposa será nombrada ejecutora testamentaria y se
encargarán diez misas por el descanso de su alma. Será enterrado en el
convento de los Trinitarios. Más adelante, morirán también su sobrina
Constanza (1622), y su mujer, Catalina de Salazar (1626)