La montaña es mi punto
de referencia: ser invulnerable, que cada uno diga lo
que quiera,
yo sigo caminando imparable, soy guerrero: mi espada es
el amor, mi escudo el humor,
mi hogar la coherencia, mi texto la libertad, y si mi
felicidad resulta insoportable, discúlpenme, no hice de
la cordura mi opción, prefiero la imaginación a lo
indio, es decir inocencia incluida. Quizás solamente
teníamos que ser humanos.
El que tú no veas los átomos, no significa que no
existan. Por eso es muy importante que sea el Amor lo
único que inspire tus actos. Sin Amor nada tiene
sentido, sin Amor estamos perdidos, sin Amor corremos el
riesgo de estar de nuevo transitando de espaldas a la
luz. En realidad, sólo hablo para recordarte la
importancia del silencio. Anhelo que descubras el
mensaje que se encuentra detrás de las palabras; no soy
un sabio, sólo un enamorado de la vida. El silencio es
la clave, la simplicidad es la puerta que deja fuera a
los imbéciles.
La educación oficial te prepara para que seas tu propia
interferencia. Es interesante ver cómo los programas
educativos eligen cuidadosamente todo lo esencial para
descartarlo; así, no se enseña a vivir ni a morir, a
amar ni a reír. La gente feliz no es rentable, con
lucidez no hay necesidades innecesarias.
No es suficiente
querer despertar, sino Despertar. La mejor forma de
despertar es hacerlo sin preocuparse porque nuestros
actos incomoden a quienes duermen al lado. Recuerda que
el deseo de hacerlo bien será un interferencia; es más
importante amar lo que hacemos y disfrutar de todo el
trayecto; la meta no existe, el camino y la meta son lo
mismo, no tenemos que correr hacia ninguna parte, sólo
saber dar cada paso plenamente.
No, no te resistas, ríndete a la vida, quien acepta lo
que es y se habilita para hacer lo que puede, entonces
se encarnan las utopías y lo imposible se pone a
disposición. La mejor manera de ser feliz es: "ser
feliz"; reconstruye tu raíz y saborea la vida; somos
como peces de mares profundos, si salimos a la
superficie reventamos.
El corazón está en
emergencia por falta de amor, hay que volver a
conquistar la vida, enamorarnos otra vez de ella;
nuestro potencial interior aflora espontáneamente
cuando nos dejamos en paz. Quizá sólo seamos agua
fluyendo; el camino nos lo tenemos que hacer nosotros,
mas no permitas que el cauce esclavice al río, no sea
que en vez de un camino tengas una cárcel.
La infelicidad no es
un problema técnico, es el resultado de haber tomado el
camino equivocado.
Amo mi locura que me
vacuna contra la estupidez, amo el amor que me inmuniza
ante la infelicidad que pulula por doquier, infectando
almas y atrofiando corazones. El amor es, a nivel sutil,
la esencia de nuestra instancia inmunológica. Sin amor,
el síndrome de inmunodeficiencia será adquirido
inevitablemente y ello es mortal. Desde mi corazón
indígena sospecho que ser infeliz es una evasión.
¡Cuán fácil es hacer tonterías en este mundo moderno!
Sospecho que el hombre empezó a equivocarse hace mucho
tiempo, es decir que ya es tiempo de rectificar la
marcha, y reorientando el paso, retomar la sagrada senda
del sol. No es posible llegar a nuestro sitio sin
trascender el egoísmo; no es posible acceder a la vida
plena sin haberse purgado previamente de miedos y
temores.
La gente está tan acostumbrada a complicarse, que
rechaza de antemano la simplicidad;
la gente está tan acostumbrada a ser infeliz, que la
sensación de felicidad les resulta sospechosa; la gente
está tan reprimida, que la espontánea ternura le
incomoda y el amor le inspira desconfianza.
Hay cosas que son muy razonables y… apestan.
Ya no podemos perder el tiempo en seguir aprendiendo
técnicas espirituales cuando aún estamos vacíos de amor.
...Quienes no están preparados para escuchar tienen la
recompensa de no enterarse de nada.
Disfruta de lo que tienes, recibe lo que venga, crea e
inventa lo que necesites, haz solo lo que puedas, y
fundamentalmente celebra lo que tengas.
La vida es un canto a la belleza, una convocatoria a la
transparencia, cuando esto lo descubras desde la
vivencia, el viento volverá a ser tu amigo, el árbol se
tornará en maestro y el amanecer en ritual, la noche se
vestirá de colores, las estrellas hablarán el idioma del
corazón y el espíritu de la tierra reposará otra vez
tranquilo.
No importa lo que digan de ti… Lo que los demás esperan
de ti pueden convertirte en una cárcel; digan lo que
digan de mí yo soy el que soy.
del
libro, “Me declaro Vivo” por Luis Espinoza (Chamalú),
1994
Precioso este texto de
Luis Espinoza. La verdad es que no caben muchos
comentarios, aunque si muchas reflexiones. Somos
prisioneros de nosotros mismos, de nuestros deseos y
nuestros miedos. El ajetreo de nuestras vidas nos
anestesia la capacidad de sentir, y lo elegimos porque
creemos que así no sufriremos, pero nos merma la
capacidad de amar. ¡Qué ironía! ¿cómo pretendemos ser
felices anestesiando el amor? Te invito a que vuelvas a
leer éste texto con atención, y que cada día (quizás
aprovechando el correo electrónico con la cita diaria)
despiertes tu capacidad de amar, te propongas sustituir
el miedo de tu corazón por el amor y contagies a los que
tengas a tu alrededor. Sólo tienes que proponértelo.
Feliz semana,
ECB enero´09