La frase en su contexto

 

 



 

Jose Luis Sampedro. "La sonrisa etrusca"

 

Salvatore es un calabrés, campesino, curtido por la dura vida en el pueblo, por su condición de partisano en la II Guerra Mundial, luchando en las montañas para proteger su vida y la de los suyos. Con poco más de sesenta años se instala en su cuerpo la Rusca, como Salvatore llama a su compañera, casi con cariño, un cáncer que poco a poco se le va extendiendo... Su hijo, que vive en Milán con su mujer y su niño de 13 meses, lo traslada a vivir con ellos para que pueda ver a los mejores especialistas para al menos poder frenar el avance de la Rusca.
Salvatore odia Milán, odia la ciudad, no quiere estar allí, pero hay algo que toca fuertemente su corazón...
"El viejo se sorprende a sí mismo estrujando contra su pecho el cuerpecillo cálido y, asustado, afloja el brazo por temor a ahogarle, para volver a estrecharlo en el acto, no se le vaya a caer..." (pág. 29)
A Salvatore, que se da cuenta de que es ahora al final cuando realmente aprecia cosas que a lo largo de su vida han pasado desapercibidas, le da pena saber que ya le queda poco para saborearlas. Incluso el amor de mujer llega ahora tardío a su corazón.
"Dios no hizo bien las cosas: deberíamos vivir tantas veces como los árboles, que pasado un año malo echan nuevas hojas y vuelven a empezar. Nosotros sólo una primavera, sólo un verano y al hoyo... Por eso has de echar bien tus ramas desde ahora. Yo nací en pedregal y no me quejo, llegué a enderezarme solo. Pero pude haber florecido mejor..." (pág. 190)

 

 

Nelson Mandela

 

NUESTRO MIEDO MÁS PROFUNDO

Nuestro miedo más profundo no es que seamos inadecuados.
Nuestro miedo más profundo es que somos poderosos sin límite.
Es nuestra luz, no la oscuridad lo que más nos asusta.
Nos preguntamos: ¿quién soy yo para ser brillante, precioso, talentoso y fabuloso?
En realidad, ¿quién eres tú para no serlo?
Eres hijo del universo.
El hecho de jugar a ser pequeño no sirve al mundo.
No hay nada iluminador en encogerte para que otras personas cerca de ti no se sientan inseguras.
Nacemos para hacer manifiesto la gloria del universo que está dentro de nosotros.
No solamente en algunos de nosotros: Está dentro de todos y cada uno.
Y mientras dejamos lucir nuestra propia luz, inconscientemente damos permiso a otras personas para hacer lo mismo.
Y al liberarnos de nuestro miedo, nuestra presencia automáticamente libera a los demás."

 

 

 

 

Walt Whitman.

...Carpe Diem, aprovecha el día.
No dejes que termine sin haber crecido un poco,
sin haber sido un poco mas feliz,
sin haber alimentado tus sueños.

No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie
te quite el derecho de
expresarte que es casi un deber.

 No abandones tus ansias de hacer de tu vida
algo extraordinario...

No dejes de creer que las palabras, la risa y la poesía
sí pueden cambiar el mundo...

Somos seres, humanos, llenos de pasión.
La vida es desierto y también es oasis.
Nos derriba, nos lastima, nos convierte en
protagonistas de nuestra propia historia...
Pero no dejes nunca de soñar,
porque sólo a través de sus sueños
puede ser libre el hombre.

No caigas en el peor error, el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.

No te resignes...
No traiciones tus creencias. Todos necesitamos
aceptación, pero no podemos remar en
contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.

Disfruta el pánico que provoca tener
la vida por delante...

Vívela intensamente,
sin mediocridades.
Piensa que en tí está el futuro y en
enfrentar tu tarea con orgullo, impulso
y sin miedo.

Aprende de quienes pueden enseñarte...
No permitas que la vida
te pase por encima
sin que la vivas..."

 

 

(06/11/12) A Winston Churchill se le atribuye uno de los discursos mas breves y significativos que hayan sido pronunciados por estadista alguno.

Sucedió después del fin de la Segunda Guerra Mundial, cuando fue invitado a dirigirse a los alumnos de Harrow, la escuela de su infancia.Luego de ser presentado ante los cientos de oyentes que ansiosamente esperaban uno más de los famosos discurso que daba, el Primer ministro se levantó, tomó con una mano la solapa de su abrigo, colocó la otra mano en su espalda y pronunció
"Nunca, nunca se den por vencidos. Nunca se den por vencidos, en nada que sea grande o pequeño, sublime o trivial. Nunca se den por vencidos. Nunca, nunca, nunca, nunca…"
 

Tras lo cual el gran estadista miró solemnemente a sus atónitos alumnos jóvenes oyentes y volvió a sentarse sin decir nada más.
Este gran discurso resume de manera espectacular uno de los más importantes, si no el más importante, secreto del éxito.

 

"Caminata" de Charles Chaplin (23/10/12)


Tu caminata aún no terminó. La realidad te acoge diciendo que en adelante el horizonte de la vida necesita de tus palabras y de tu silencio. Si mañana tienes pena, acuérdate de la fantasía y sueña con tu propia victoria.

Victoria que todas las armas del mundo jamás conseguirán obtener, porque es una victoria que surge de la paz y no del resentimiento.

Es cierto que irás encontrando situaciones difíciles nuevamente, pero tendrás que ver siempre el lado bueno de la lluvia que cae y no la faceta del río que destruye.

Si no consigues entender que el cielo debe estar dentro de ti, es inútil buscarlo encima de las nubes y al lado de las estrellas

Por más que te hayas equivocado y te equivoques, para ti habrá siempre esperanza en el momento en que te des cuenta de tus propios errores.

Eres joven, atender a quien te llama es bonito, luchar por quien te rechaza es casi llegar a la perfección.

La juventud requiere de sueños y nutrirse de recuerdos, así como el lecho de los ríos requiere del agua que fluye y el corazón requiere de afecto.

No hagas del mañana el sinónimo de nunca, ni que el ayer te suponga lo mismo que nunca más.

Tus pasos quedarán, mira para atrás, pero ve siempre hacia delante, pues hay muchos que necesitan que llegues para poder seguirte.

 

 

 

El Principito (Capítulo 21). Antoine de Saint-Exupery (01/10/12)

 

El zorro se calló y miró largamente al principito:

- Por favor... domestícame ! – dijo.

- Me parece bien – respondió el principito -, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.

- Sólo se conoce lo que uno domestica – dijo el zorro. – Los hombres ya no tienen más tiempo de conocer nada. Compran cosas ya hechas a los comerciantes. Pero como no existen comerciantes de amigos, los hombres no tienen más amigos. Si quieres un amigo, domestícame !

- Qué hay que hacer ? – dijo el principito.

- Hay que ser muy paciente – respondió el zorro. – Te sentarás al principio más bien lejos de mí, así, en la hierba. Yo te miraré de reojo y no dirás nada. El lenguaje es fuente de malentendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...

Al día siguiente el principito regresó.

- Hubiese sido mejor regresar a la misma hora – dijo el zorro. – Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, ya desde las tres comenzaré a estar feliz. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. Al llegar las cuatro, me agitaré y me inquietaré; descubriré el precio de la felicidad ! Pero si vienes en cualquier momento, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón... Es bueno que haya ritos.

- Qué es un rito ? – dijo el principito.

- Es algo también demasiado olvidado – dijo el zorro. – Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días, una hora de las otras horas. Mis cazadores, por ejemplo, tienen un rito. El jueves bailan con las jóvenes del pueblo. Entonces el jueves es un día maravilloso ! Me voy a pasear hasta la viña. Si los cazadores bailaran en cualquier momento, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.

Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se aproximó la hora de la partida:

- Ah! - dijo el zorro... - Voy a llorar.

- Es tu culpa – dijo el principito -, yo no te deseaba ningún mal pero tú quisiste que te domesticara.

- Claro – dijo el zorro.

- Pero vas a llorar ! – dijo el principito.

- Claro – dijo el zorro.

- Entonces no ganas nada !

- Sí gano –dijo el zorro – a causa del color del trigo.

Luego agregó:

- Ve y visita nuevamente a las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Y cuando regreses a decirme adiós, te regalaré un secreto.

El principito fue a ver nuevamente a las rosas:

- Ustedes no son de ningún modo parecidas a mi rosa, ustedes no son nada aún – les dijo. – Nadie las ha domesticado y ustedes no han domesticado a nadie. Ustedes son como era mi zorro. No era más que un zorro parecido a cien mil otros. Pero me hice amigo de él, y ahora es único en el mundo.

 

 

 

Ernest Hemingway

(1899-1061)

 

Temores (03/09/12)

 

Temía estar solo, hasta que aprendí a quererme a mí mismo.
Temía fracasar, hasta que me di cuenta que únicamente fracaso cuando no lo intento.
Temía lo que la gente opinara de mí, hasta que me di cuenta que de todos modos opinan.
Temía me rechazaran, hasta que entendí que debía tener fe en mi mismo.
Temía al dolor, hasta que aprendí que éste es necesario para crecer.
Temía a la verdad, hasta que descubrí la fealdad de las mentiras.
Temía a la muerte, hasta que aprendí que no es el final, sino más bien el comienzo.
Temía al odio, hasta que me di cuenta que no es otra cosa más que ignorancia.
Temía al ridículo, hasta que aprendí a reírme de mí mismo.
Temía hacerme viejo, hasta que comprendí que ganaba sabiduría día a día.
Temía al pasado, hasta que comprendí que es sólo mi proyección mental y ya no puede herirme más.
Temía a la oscuridad, hasta que vi la belleza de la luz de una estrella.
Temía al cambio, hasta que vi que aún la mariposa más hermosa necesitaba pasar por una metamorfosis antes de volar.
Hagamos que nuestras vidas cada día tengan mas vida y si nos sentimos desfallecer no olvidemos que al final siempre hay algo más.

Hay que vivir ligero porque el tiempo de morir está fijado.

Ernest Hemingway
 

 

 

Richard Bach

 

El Don de volar (título del libro) (29/08/12)

 

Pero a pesar de que lo la gente creyera o dejara de creer, los principios estaban ahí. Un ala curvada y ligera consigue sustentarse en un aire que se mueve y no importa si el aire se mueve hoy, hace mil años atrás o diez mil años atrás. Eso no le importa a los principios; ellos son idénticos a sí mismos y siempre verdaderos. Pero a nosotros, a la Humanidad, nos importa, porque nosotros seremos libres mediante el conocimiento. Crea que algo bueno es posible, encuentre el principio, póngalo en práctica… voilá: ¡Libertad!

El tiempo no significa nada. El tiempo es solo nuestra manera de medir la brecha entre no saber algo y saberlo o entre no hacer algo y hacerlo. El pequeño biplano Pitts Special, que actualmente se construye en sótanos y garajes en todo el mundo, hace un siglo atrás habría sido prueba de un milagroso poder divino. En este siglo vemos docenas de Pitts Special en el aire y nadie piensa que tengan algo de sobrenatural. (Excepto para aquellos de nosotros a los que un tonel rápido vertical doble, seguido por un rizo hacia fuera nos han parecido sobrenaturales desde el principio).

Estoy seguro de que para muchos más de los que están dispuestos a reconocerlo, el ideal de volar va mucho más allá del Pitts Special. Algunos de nosotros podríamos quizás abrigar el secreto pensamiento de que la mejor manera de volar sería aquella que nos permitiera deshacernos del avión, encontrar un principio que nos dejara libres por el cielo. Los acróbatas en paracaídas son los que se han acercado más al secreto, pero como caen directamente hacia abajo, no se puede considerar que vuelen.

Con las cosas mecánicas: las plataformas y los tornos de lanzamiento, ha desaparecido el sueño; sin el metal no se puede hacer nada, quédese sin combustible y se precipita a tierra.
 

 

 

Consejos que dio Don Quijote a Sancho al ir este a gobernar la ínsula de Barataria (20/08/12)

 

Dispuesto, pues, el corazón a creer lo que te he dicho, está. ¡Oh, hijo!, atento a este tu Catón, que quiere aconsejarte, y ser norte y guía que te encamine y saque a seguro puerto de este mar proceloso donde vas a engolfarte; que los oficios y grandes cargos no son otra cosa sino un golfo profundo de confusiones.

Primeramente, ¡oh, hijo!, has de temer a Dios; porque en el temerle está la sabiduría, y siendo sabio no podrás errar en nada.

Lo segundo, has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que puede imaginarse. Del conocerte saldrá el no hincharte, como la rana que quiso igualarse con el buey; que si esto haces, vendrá a ser feos pies de la rueda de tu locura la consideración de haber guardado puercos en tu tierra.

Haz gala, Sancho, de la humildad de tu linaje, y no te desprecies de decir que vienes de labradores; porque viendo que no te corres, ninguno se pondrá a correrte; y préciate más de ser humilde virtuoso, que pecador soberbio. Innumerables son aquellos que de baja estirpe nacidos han subido a la suma dignidad pontificia o imperatoria; y de esta verdad te pudiera traer tantos ejemplos, que te cansaran.

Mira, Sancho, si tomas por medio a la virtud y te precias de hacer hechos virtuosos, no hay para qué tener envidia a los que los tienen príncipes y señores; porque la sangre se hereda, y la virtud se aquista, y la virtud vale por sí sola lo que la sangre no vale.

Siendo esto así, como lo es, que si acaso viniere a verte cuando estés en tu ínsula alguno de tus parientes, no lo deseches ni le afrentes, antes lo has de acoger, agasajar y regalar, que con esto satisfarás al cielo, que gusta que nadie le desprecie de lo que él hizo, y corresponderás a lo que debes a la naturaleza bien concertada.

 

(1910-1997)

Pensamientos de la Madre Teresa de Calcuta

Ser fieles en las cosas pequeñas

Seamos fieles en las cosas pequeñas, porque ahí estará nuestra fortaleza. Miremos el ejemplo de la lámpara que arde con el aporte de pequeñas gotitas de aceite, y sin embargo da mucha luz. Las gotitas de aceite de nuestras lámparas son las cosas pequeñas que realizamos diariamente: la fidelidad, la puntualidad, las palabras bondadosas, las sonrisas, nuestra actitud amorosa hacia los demás.


No hay nada que sea pequeño a los ojos de Dios, y Él mismo se tomó la molestia de hacerlas para enseñarnos cómo actuar. Por eso se transformaron en infinitas.

 

Walt Disney
1901- - 1966

Fragmento del libro "Disney El Mago", parte del testamento que Disney dejó para Mickey Mouse

... Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar...
decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas,
decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución,
decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis,
decidí ver cada noche como un misterio a resolver,
decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.
 

Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos.
Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar,
descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui.,
Me dejó de importar quién ganara o perdiera;
ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer.


Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir.
Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien «Amigo».

Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento,
«el amor es una filosofía de vida».
Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente;
aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás.

Aquel día decidí cambiar tantas cosas...
Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad.
Desde aquel día ya no duermo para descansar... ahora simplemente duermo para soñar.

(23/07/12)

 

        

Albert Einstein
1879 - 1955

No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar ’superado’.
Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos.
Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla.  (16/07/12)

                                                         

 

 

 

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