Reflexión
FUEGO.
Sentir la corriente de las fuentes nos devuelve
al sentido de ser del Agua, porque somos agua.
Sentir la brisa de los vientos fuertes nos
devuelve al sentido de ser del Aire, porque somos aire.
Sentir el paso de los caminos nos devuelve al
sentido de ser de la Tierra, porque somos tierra.
Sentir la luz de las llamas y su movimiento nos
devuelve al sentido de ser del Fuego, porque somos fuego.
Ser agua nos enseña a transcurrir entendiendo
todos los recorridos como únicos, y a que es bueno dejar la fuente del corazón
con su aliento.
Ser aire nos enseña a dejar en libertad los
sueños y a comprender que los sentimientos pueden volar muy lejos con la
fuerza natural del tiempo.
Ser tierra nos enseña que la vida tendrá
infinitos momentos, infinitos paisajes y que en todos ellos, en todos, habrá
de encontrarse una libertad y un cielo abierto.
Ser fuego nos enseña aquello que nos mueve por
dentro, el misterioso lugar donde se asientan los sentimientos, la energía
vital que, sin quemarnos, arde con el hálito de un beso.
¿No sabes el secreto?, entonces…¡deja de serte
por un momento¡
Fjp.08