Todo pasa y
todo queda,
pero lo
nuestro es pasar,
pasar haciendo
caminos,
caminos sobre
el mar.
Nunca perseguí
la gloria,
ni dejar en la
memoria
de los hombres
mi canción;
yo amo los
mundos sutiles,
ingrávidos y
gentiles,
como pompas de
jabón.
Me gusta
verlos pintarse
de sol y
grana, volar
bajo el cielo
azul, temblar
súbitamente y
quebrarse...
Nunca perseguí
la gloria.
Caminante, son
tus huellas
el camino y
nada más;
caminante, no
hay camino,
se hace camino
al andar.
Al andar se
hace camino
y al volver la
vista atrás
se ve la senda
que nunca
se ha de
volver a pisar.
Caminante no
hay camino
sino estelas
en la mar...
Hace algún
tiempo en ese lugar
donde hoy los
bosques se visten de espinos
se oyó la voz
de un poeta gritar
"Caminante no
hay camino,
se hace camino
al andar..."
Golpe a golpe,
verso a verso...
Murió el poeta
lejos del hogar.
Le cubre el
polvo de un país
vecino.
Al alejarse le
vieron llorar.
"Caminante no
hay camino,
se hace camino
al andar..."
Golpe a golpe,
verso a verso...
Cuando el
jilguero no puede cantar.
Cuando el
poeta es un peregrino,
cuando de nada
nos sirve rezar.
"Caminante no
hay camino,
se hace camino
al andar..."
Golpe a golpe,
verso a verso