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Alegría
(Mario
Benedetti)
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"Uno
tiene derecho a la alegría. A veces es humo o es niebla
o es celaje. Pero detrás de esas demoras ella está,
esperando. Siempre hay una hendija del alma por donde la
alegría asoma sus despabiladas pupilas. Entonces el
corazón se vuelve más vivaz, se extrae de su quietud y
es casi pájaro.
La alegría sobreviene después de las ausencias, al fin
de las nostalgias. Si uno se reencuentra con lo amado y
su revelación unánime, es lógico que el gozo nos abrace
y a uno le vienen las ganas de cantar. Aunque no tenga
voz, aunque esté ronco de pasadas angustias.
Después de todo la alegría es un préstamo, no nos
pertenece. Es una locurita, un premio pasajero, pero la
disfrutamos como si fuera propia, como un lucro, como
una primavera de la vida. Ella se aferra al tiempo,
arrastra su poquito de la infancia y se mete soplando en
la vejez.
Semana tras semana, año tras año, la alegría va llenando
vacíos. Hasta que no puede más y se vuelve tristeza." |
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Otra vez el texto me
deja pocas opciones de comentario. Quizás el final
parezca un poco negativo, pero si lo hilamos con que
“la alegría
sobreviene después…” entramos en el ciclo
de la alegría, en la montaña rusa de las emociones
que es nuestra vida.
Cuando estamos en caída
el corazón parece que se ahoga en la boca del
estomago, nos da por pensar que esa es la única
dirección; entonces, cuando empezamos a desesperar,
y nos creemos que nuestra vida acabará en lo más
profundo del pozo, suele aparecer una luz, pequeña o
grande, una sonrisa, un viejo amigo, otra
oportunidad, quizás un |
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nuevo amor o uno
renovado… y comienza el ascenso. Si lees esto, puede
que lo interpretes de manera diferente si estás de
subida que si estás descendiendo, pero si tomas un
poco de perspectiva, verás que no es más que una
montaña rusa, y que la luz y la fuerza de la
gravedad están siempre ahí. Quizás el secreto mas
que en pensar hacia dónde vamos esté en saber a
dónde mirar, y sobre todo intentar disfrutar cada
trayecto.
Pásalo bien esta
semana.
ECB Junio09
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