Rincón literario

 

 

 


 

 

 

 

 El pastorcillo mentiroso

 

 

Un pastor que apacentaba sus ovejas en una montaña, pedía muchas veces socorro a los labradores que trabajaban en los campos vecinos, gritando que venía el lobo: acudiendo estos a su socorro nada encontraban, y se volvían a su trabajo.

 

 Habiendo el pastor repetido esto varias veces, y conociendo los labradores la burla, vino un día el lobo efectivamente y entro en su rebaño.

 

Entonces el pastor pidió socorro con grandes gritos, pero los labradores, pensando que se burlaba, no fueron a socorrerlo, y así el lobo mató muchas ovejas.


Al que acostumbra mentir, nadie le cree aun cuando diga la verdad.

                                                                        ESOPO

 

 

¡Qué sencillez la de las fábulas! ¡Qué fáciles son de entender para un niño! Hacía tiempo que no recordaba este magnífico relato de Esopo pero da gusto releerlo y recordarlo.

En realidad el mensaje es claro: no siembres lo que luego no quieras recoger. Sembrando mentiras al final recogerás desconfianza, sembrando odio y egoísmo, acabarás recogiendo soledad. Siembra amor y honestidad o no podrás recoger otra cosa, eso si, ten paciencia porque los frutos del justo se toman su tiempo, pero al final (como dice una gran amigo mío) LA REALIDAD ES TOZUDA  y otorgará a cada uno las cosechas que haya sembrado.

Dicho en positivo, siguiendo el decálogo de nuestra web: cárgate de semillas de alegría, sonrisa, amor y empieza a sembrar, hallarás parte de tu recompensa desde el momento que empieces a arar, irás recogiendo frutos a lo largo de tu vida, algunos que ya habías olvidado haber plantado, y otros que como los dátiles, serás tu quien los plantes y otras generaciones quienes los recojan.

Feliz cosecha y feliz semana.

ECB, junio 2008

 

 
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