Rincón literario

 


 

    

     A orillas del río Piedra me senté y lloré (Pablo Coelho)

 

 

Un sujeto encuentra a un viejo amigo, que vive tratando de acertar en la vida, sin resultado.

«Voy a tener que darle un poco de dinero», piensa.

Sucede que, esa noche, descubre que su amigo es rico, y que ha venido a pagar todas las deudas que ha contraído en el correr de los años.

 

 

Van hasta un bar que solían frecuentar juntos, y él paga la bebida de todos. Cuando le preguntan la razón de tanto éxito, él responde que hasta unos días antes había estado viviendo el Otro.

 

— ¿Qué es el Otro? —preguntan.

 

— El Otro es aquel que me enseñaron a ser, pero que no soy yo. El Otro cree que la obligación del hombre es pasar la vida entera pensando en cómo reunir dinero para no morir de hambre al llegar a viejo. Tanto piensa, y tanto planifica, que sólo descubre que está vivo cuando sus días en la tierra están a punto de terminar. Pero entonces ya es demasiado tarde.

 

— Y tú ¿quién eres?

 

— Yo soy lo que es cualquiera de nosotros, si escucha su corazón. Una persona que se deslumbra ante el misterio de la vida, que está abierta a los milagros, que siente alegría y entusiasmo por lo que hace. Sólo que el Otro, temiendo desilusionarse, no me dejaba actuar.

 

— Pero existe el sufrimiento—dicen las personas del bar.

 

— Existen derrotas. Pero nadie está a salvo de ellas. Por eso, es mejor perder algunos combates en la lucha por nuestros sueños que ser derrotado sin siquiera saber por qué se está luchando.

 

— ¿Sólo esa? —preguntan las personas del bar.

 

—Sí. Cuando descubrí eso, decidí ser lo que realmente siempre deseé. El Otro se quedó allí, en mi habitación, mirándome, pero no lo dejé entrar nunca más, aunque algunas veces intentó asustarme, alertándome de los riesgos de no pensar en el futuro.

 

 

  

 

Aunque siempre es enriquecedora la lectura de los textos de Pablo Coelho, en esta ocasión lo cierto es que cayó por casualidad en mis manos este "A orillas del río Piedra me senté y lloré"  (haz click sobre el titulo para acceder al libro), empecé a leerlo y no pude dejarlo hasta que lo terminé el mismo día, no tiene mucho mérito ya que el libro solo tiene 50 páginas.

A lo largo de su lectura encontré muchos fragmentos que podrían haber sido motivo de un rincón, pero finalmente me decidí por este, ya que encarna en su brevedad toda el alma de esta historia.

 

Que disfrutéis de este relato y de todo el libro si finalmente os decidís a leerlo y que aprendamos a  dejar al Otro fuera de nuestra vida.

 

                                                                                                                                    LH  septiembrel 2011

                                                       

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